JULIETTE LIBERMAN
DISEÑADOR
Juliette Liberman es una diseñadora industrial con formación como ebanista. Ha tenido amplía experiencia en el extranjero, trabajando específicamente en Burkina Fasso, en el Centro de Promoción de Creaciones Contemporáneas Africanas; y en Irlanda. Tiene estudios en l'Ecole Boulle de Paris y l'Ecole Nationale Supérieure des Arts Décoratifs también de Paris; en donde adquirió la maestranza en las técnicas de madera y metal. Además de ser la orgullosa diseñadora de la banca Charivari, también es reconocida por el diseño del sillón Iris de la Biblioteca Ginkgo Biloba, o una serie de pupitres ergonómicos junto con Marion Biais Sauvêtre.
Ultimamente interesada en el estudio de asientos cómodos, Juliette liberman, comenzó con el prototipo de la banca Charivari con las ídeas de cálido, sereno e inspirado. Formando tablones de madera, para encontrar la forma perfecta, armó la banca y la presentó en 2004 al jurado del ENSAD. Sin embargo, la madera no es el material idonéo para el jardín, por lo que junto a Fermob encontró en el aluminio, la maleabilidad y durabilidad necesaria para hacer de su creación algo perene. De esta forma dejó de lado el doblado de madera con vapor, vieja técnica de marineros y ebanistas, para aprovechar de las inumerables ventajas del aluminio.
La banca Charivari ofrece una ligereza visual que contrasta con sus generosas proporciones. Liberman propone una estructura libre y refrescante, como un tejido flotante, simple y animado; fruto de la exploración de la ergonomía y la belleza visual. Esta banca de jardín, no sólo es hermosa sino que es llamativa y alarmantemente cómoda.
Ultimamente interesada en el estudio de asientos cómodos, Juliette liberman, comenzó con el prototipo de la banca Charivari con las ídeas de cálido, sereno e inspirado. Formando tablones de madera, para encontrar la forma perfecta, armó la banca y la presentó en 2004 al jurado del ENSAD. Sin embargo, la madera no es el material idonéo para el jardín, por lo que junto a Fermob encontró en el aluminio, la maleabilidad y durabilidad necesaria para hacer de su creación algo perene. De esta forma dejó de lado el doblado de madera con vapor, vieja técnica de marineros y ebanistas, para aprovechar de las inumerables ventajas del aluminio.
La banca Charivari ofrece una ligereza visual que contrasta con sus generosas proporciones. Liberman propone una estructura libre y refrescante, como un tejido flotante, simple y animado; fruto de la exploración de la ergonomía y la belleza visual. Esta banca de jardín, no sólo es hermosa sino que es llamativa y alarmantemente cómoda.